Sobre
La epístola a los Filipenses fue escrita por el apóstol Pablo aproximadamente en el año 62 después de Cristo. Fue en Filipo que una mujer llamada Lidia, el carcelero y su familia vinieron al evangelio. (Hechos 16:14-34) Este fue el comienzo de la primera iglesia en el continente europeo. Pablo le escribe a la ya establecida iglesia en Filipo, reconociendo y expresando su agradecimiento por una ofrenda traída a el por Epafrodito. Esta epístola en particular es una de gran cariño y apreciación. El gran amor y cuidado de Pablo hacia los Filipenses es evidente en esta epístola. Aunque en este momento Pablo está aprisionado, esta es una epístola de triunfo y gozo. Pablo no pone sus ojos en las circunstancias que le rodean, sino que su mirada está puesta en el Señor Jesús, teniendo conciencia de que Dios es más que poderoso para obrar en cualquier cincunstancia siempre y cuando sea un vaso sumiso.
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